viernes, 9 de octubre de 2015

IGNACIO DE ANTIOQUIA - CARTA A LOS TRALIANOS


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Facultad de Teología de la USTA/Asignatura: Patrología
Seminarista: Michael Daniel Cuevas
Bogotá: 11 de marzo del 2015.
TEXTO SÍNTESIS.
IGNACIO DE ANTIOQUIA - CARTA A LOS TRALIANOS
Ignacio envía la carta a los Tralianos primero iniciando con un saludo inicial a su Obispo Polibio, luego a la comunidad que está a su cargo y mencionando los problemas por los que estaba pasando la comunidad de Tralia, segundo es una carta muy eclesiológica en su esencia, y una respuesta igualmente contra la herejes docetista, que colocaban la dignidad de Cristo como verdadero hombre, en entre dicho y decía que el sufrimiento de Cristo era mera apariencia, que él era Dios por lo tanto no podía sufrir.
La clave esencial de esta carta la encontramos al inicio en el que Ignacio, exhorta a la comunidad a que es necesario mantenerse unidos a la jerarquía, es decir al obispo, a sus presbíteros y sus diáconos. Luego exhorta a los diáconos a ser serviciales con toda la comunidad sin distinción de nadie. Estas exhortaciones nos hacen pensar que la comunidad de Tralia era desobediente, y que los diáconos, eran unos holgazanes, que no honraban su propio servicio.   Ignacio afirmar “que sin Jerarquía no hay Iglesia”, y les da una fórmula para que se guarden de la herejía y de la perversión, la única forma es manteniéndose unidos a Cristo por medio de sus pastores.
 Luego la siguiente preocupación viene en consecuencia de la primera ya que la mala hierba de la herejía docetista se introduce en la comunidad por falta de unidad, con el obispo y las comunidades y de forma muy coherente Agustín orienta a la comunidad en este punto diciendo que se cuiden de palabras bonitas y de gente que quiere engañarles, que sean prudentes y se cuiden de comer de la mala hierba de la herejía, que siempre viene acompañada por un manjar exquisito que nos lleva a la muerte.
Luego Ignacio exhorta a los tralianos invitándoles a que no se presten a la murmuración, que es dañina para la comunidad, la desune, la pone en debilidad contra las tentaciones del diablo, que esta como león rugiente esperando a quien devorar. Y les invita a ser sordos a toda clase de desviación doctrinal que les llevara al error y a la confusión.
En el saludo final Ignacio les invita a orar en comunidad unos por los otros, y especialmente pide que oren por el mismo.
Ciertamente la carta de Ignacio muestra la profunda idea de amor a la Iglesia y su deseo porque las comunidades se mantuvieran unidas.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:



J. Quasten, “Patrología I, Hasta el concilio de Nicea”, Editorial Biblioteca de Autores Cristianos, Tercera Edición, España-Madrid 1986.

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