viernes, 9 de octubre de 2015

Teología de Atanasio de Alejandría


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Facultad de Teología de la USTA/Asignatura: Patrología
Seminarista: Michael Daniel Cuevas
Bogotá: 16 de Abril de 2015.
Teología de Atanasio de Alejandría
Atanasio nació para el año 295 de nuestra era, en el final de las últimas persecuciones contra los cristianos, el creció con la Iglesia unida al estado; este es el primero de los padres griegos que no se formó en las escuelas filosófica, sino ya desde el mismo seno de la propia Iglesia. Este es un eclesiástico que recibió formación en el propio seno de la iglesia de Alejandría. Tenemos conocimiento que la organización de la Iglesia de Alejandría era genial, era el Patriarcado más importante de la tetrarquía.
Atanasio se caracterizó por ser un enemigo encarnizado del arrianismo, desde que Atanasio fue elegido obispo inicio una persecución a los seguidores de Melecio sin tener en cuenta que se llevaban algunas conversaciones con estos, para que regresaran a la unidad de la Iglesia, esto generó que la respuesta de estos fue da la misma intensidad y agresividad.
En esto versaba la teología propuesta por Atanasio encontrar del arrianismo, “la Iglesia debe intentar rescatar al hombre para la eternidad, procurarle la salvación, no proponer un método que asegure el progreso interno del mundo. De hecho, este mundo de lo creado y de la tan ensalzada razón no ha podido librar al hombre de perderse. Para conseguirlo fue primero necesario que viniera Cristo, el «Logos, que era el Logos de sí mismo»; fue preciso que tomara nuestra carne para unir la naturaleza humana a Dios y a su vida eterna. Nuestra salvación depende para siempre del acto decisivo de la encarnación. Esta es un hecho personal de Dios, quien suprimió todos los obstáculos que lo separaban de la naturaleza caída y, otorgándonos el conocimiento de su verdadera naturaleza, hizo la luz sobre la vida y la existencia imperecedera. Nunca habría bastado el poder de un semidiós para una obra tal”. Campenhausen, H. von, Los Padres de la Iglesia, I. Padres griegos, Pag 93-94.
Atanasio deja de lado todo lo referente a lo moral del acontecimiento redentor para él lo más importante es ser salvado de la muerte y poder entrar en comunión de vida con Dios, su teología se aparta en muchos aspectos en la teología de orígenes.
Para Atanasio, lo que hace dirigir a la IGLESIA es la sola y única verdad de Cristo, auténtico Dios y Salvador. Esta verdad fue enseñada desde el principio, de forma milagrosa y eficaz, en los sacramentos.
Para Atanasio la teología es un arma casi todas sus obras son polémicas y revelan aquí y allá cierta desconfianza respecto a la cultura helénica, cuyos tesoros lo dejan indiferente. Atanasio encarno el símbolo de la ortodoxia cristiana, este considero al concilio de Nicea como la única autoridad, como la sola fuente de ortodoxia, y su reconocimiento le parecía una condición indispensable para toda paz religiosa. Para Atanasio lo importante era la naturaleza integralmente divina y consustancial de Cristo, la encarnación del Logos. Harnack se refiere a Atanasio como aquel que salvo a la Iglesia de las manos de los Filósofos, o se hubiera convertido en un estamento al servicio del poder imperial. Con Atanasio la Iglesia volvió hacer una institución salvífica, recobrando el verdadero sentido de su misión y de su razón de ser: la predicación de Cristo. Atanasio descubrió el monacato y le dio el aspecto con que, en múltiples formas y ramificaciones, lo veremos reaparecer en la Iglesia griega para ejercer una influencia determinante sobre la vida de los eclesiásticos y sobre los principios religiosos fundamentales de los teólogos. Sus obras fueron netamente apologéticas entre ellas podemos mencionar: Contra los paganos y encarnación del verbo, los Discursos contra los arrianos, Apología contra los arrianos,  Epístola sobre los decretos del concilio de Niceaen la que defiende la homousios (consubstancialidad) del Padre y el Hijo, Historia de los arrianos a petición de los monjes entre los que se había refugiado, Carta sobre los sínodos celebrados en Rimini (Italia) y Selencia, Carta en nombre de los concilios, Cuatro cartas a Serapión trata la divinidad del Espíritu Santo y obras exegéticas con el tema de la virginidad.
Como ya se dijo anteriormente su teología va a defender el símbolo de Nicea y la divinidad de Jesucristo.
Referencia Bibliografica:
Campenhausen, H. von, Los Padres de la Iglesia, I. Padres griegos, Ediciones Cristianas, Madrid 1967.


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